Este mural, fruto del trabajo colaborativo con la comunidad de Mitla, Oaxaca, es un homenaje al poder y la herencia de las mujeres tejedoras locales.
Gracias a la generosidad de la comunidad, pude retratar la rica tradición artesanal que se transmite de generación en generación.
A través de colores vibrantes y detalladas representaciones, el mural celebra la destreza y la dedicación de estas mujeres, destacando la importancia cultural de su labor en la preservación de técnicas ancestrales de tejido.
Estoy muy feliz con el resultado y profundamente agradecido por la oportunidad de plasmar esta poderosa herencia en una obra de arte comunitaria.